martes, 7 de diciembre de 2010

La Guagua y la realidad dominicana:


La Guagua y la realidad dominicana:

                                                        Por:  Rosa Méndez, 4A-C,  24



Para empezar, sé que todo el mundo, cada ser humano, tiene un gusto especial por la música, esa armoniosa combinación de los sonidos con tiempo, esa libre forma de expresión tan bien elaborada que produce deleite y disfrute por parte del oyente según sea su preferencia. Es por esto que el hombre, como representante de la humanidad, desde sus inicios ha mostrado su pasión por reproducirla ya sea imitando sonidos de la naturaleza: viento, ríos, árboles, animalitos, etcétera, o poniendo en acción su ingenuidad y creando los suyos propios. Al hacer un estudio y análisis de la historia general es manifestado el papel tan importante que han jugado las composiciones musicales dando como resultado personajes destacados cuyos recuerdos persisten por la gran labor que realizaron en este arte, por ejemplo: Ludwig Van Beethoven, Wolfgang Amadeus Mozart, entre otros. A pesar de la amplitud de la música, la característica fundamental que con el pasar del tiempo ha sido invariable es el motivo: la libre expresión, expresión de los sentimientos, de una forma de pensar o sencillamente ser una crítica a la realidad lo que entonces me lleva a establecer la relación entre La Guagua y la realidad dominicana.

Recuento de la historia dominicana:

En sus inicios la República Dominicana no fue un país como lo conocemos hoy en día sino que pasó por distintos procesos que dieron lugar a la formación de la identidad dominicana, esto es, que influyeron en la consolidación de esta cultura caribeña. La isla estuvo habitada por indígenas (tainos o aborígenes como también se les conocían) con sus propias costumbres (bailes, juegos, alimentos, etc.)que hacían de ellos una cultura única llena de encantos que hasta hoy podemos disfrutar, aunque muchos de esos recuerdos van desapareciendo o ya han desparecido. Durante el siglo XV se produce la llegada de Cristobál Colon a territorio americano con lo que se descubre la existencia de otro continente mas este nunca llega a saber el logro alcanzado pues según él estaba en la India, que era en realidad el lugar hacia el cual había zarpado.  A nuestra isla Colon llegó el 5 de diciembre de 1492, estableciendo el primer contacto entre Oriente y Occidente, que más adelante se convirtió en fuertes vínculos de interés para la Corona Española ya que la isla era muy rica en minerales como el oro y en otros bienes que cautivaron la atención de España.

España, Francia, Inglaterra y Portugal, las mayores potencias de la época, se propusieron la investigación de aquellas nuevas tierras por lo que enviaron emisarios para que realizaran estudios del lugar e iniciar entonces el empoderamiento de los inocentes terrenos. La colonización trajo como consecuencia un fuerte intercambio cultural donde se produjeron cruces raciales, mezcla de costumbres, entre otras cosas (este hecho recibió apoyo en gran medida del transporte de los negros africanos en sustitución de la mano de obra indígena que escaseaba). La Española, nombre que tenía la isla, estuvo bajo el gobierno de diversos personajes encomendados por la Corona de Castilla pero muy pronto surge la necesidad y deseo en las personas de una identidad propia, independencia, libertad y autonomía. La nación tuvo por primera vez un respiro en 1821 aunque éste no se mantuvo por mucho tiempo, solo algunos meses, ya que los malos manejos en el gobierno producto del cambio tan drástico permitieron la invasión haitiana decidida a tomar las riendas de la nación y lográndolo por 22 años hasta que un grupo separatista dirigido por Juan Pablo Duarte se dispuso a pelear por la separación.

  Con la Republica Dominicana en libertad se pone en marcha la dirección del pueblo por distintos presidentes que en su mayoría solo alimentaron la satisfacción de sus deseos personales echando al menos el bienestar de todo el pueblo, problema que ha repercutido hasta nuestros días. A razón de la situación actual es que surgen artistas como Juan Luis Guerra que preocupados exponen la realidad que vive Dominicana a través de sus canciones de modo que los oyentes se dispongan a ser parte del cambio que desean ver en el país y que aquellos que tienen en sus manos el gobierno gobiernen justamente, buscando siempre el bien común. En su última producción, Guerra tiene a La Guagua, una canción que además tiene un video y denuncia las falsas promesas hechas por los candidatos presidenciales durante su campaña electoral pero que luego de ser electos las olvidan echándolas “al bidón de las promesas”. En la misma canción, el compositor dominicano hace un llamado al “conductor” de la nación a la acción, dicho más claramente, a que haga los cambios necesarios según el orden de las prioridades debido a que en lugar de ir “pa’ lante”, este país “va en reversa” en todo el sentido de la palabra.

Para concluir, solo queda secundar a Juan Luis en su deseo de que cada persona reconozca que el país no está marchando como debe y que es necesario que este simple deseo se torne en acción; pero nunca se hará realidad si no nos proponemos actuar diferente y contagiar a otros con nuestra forma. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de unirse y ser parte de este propósito que traerá beneficio a la nación, recordando que de lo contrario vamos a ser como los pasajeros de aquella guagua que a pesar de lo que ocurría, ellos iban bailando y disfrutando el momento sin meditar en las graves consecuencias que podría traer aquella situación. Todos en verdad queremos un cambio, que las cosas sean distintas, estar en continuo progreso, mas es lamentable salir a las calles y ver como la gente derrocha el dinero en cosas vanas: hombres o mujeres tomando alcohol cuando en sus casas sus familias están hambrientas; jóvenes que no aprovechan su oportunidad de desarrollo y crecimiento sino que solo se preocupan por fiestas y bonches… En verdad, el futuro de la nación depende de nosotros, del granito de arena que dé en aporte cada quien, y muchos pueden haberlo ya reconocido pero es necesario el aporte de todos y la carga se hará más ligera y evitaremos que continúe la actual relación entre La Guagua y la realidad dominicana.






 

domingo, 5 de diciembre de 2010

Poemas

I
Tierna y delicada poesía
Con tus letras inspiras la vida;
Tan dulce tu canción, tu melodía
Que mi corazón llenas de alegría.

II
Oh bestias de madera que contra mi os enfrentáis,
Vuestros largos brazos derribarme no podrán.
El amor por Dulcinea que siempre en mí ha de morar,
Contra vosotros valiente hasta el final ha de luchar.

III
Ojalá fuese el amor como el rocío de la mañana,
Que con sus tiernas gotas refresca cada flor.
Ojalá fuese el amor como el rocío de la mañana,
Pues la vida tornaría en una dulce canción.

IV
Tan profundo como alto es el cielo,
Tan salado como dulce la miel.
Tus olas fuertes y ásperas, rugido de león.
Todo eso eres, ¡oh bravo mar!

V
¡Que manjar de conocimientos!
Libro empalagas mis ideas.
¡Que manjar de conocimientos,
Es adentrarme más y más en ti!

VI
Todo un mundo a mi alcance,
Es un mar de aventuras,
Un viaje cuyo fin desconozco,
Solo sé… es interesante.

Es todo un mundo de fantasías,
Ternura, enojo, intriga, desencanto…
¿Qué mas decir?

VII
Mañana… ¿Qué será del mañana?
No lo sé… ¿Qué seré en el mañana?
Dudas, inseguridad… mi mente está turbada.
No, no sé qué seré en el mañana.
Dios, ¿Qué seré en el mañana?


VIII
Dulce encanto que alegra la vida,
La naturaleza de fiesta está.
Sus mejores atuendos, sus favoritos,
Sus muy coloridos lucirá.

Toda la Tierra sonríe, disfruta,
Cual tierna canción jamás se hallará.
Pues la primavera ya ha llegado,
Tiempo de alegría y felicidad.

IX
¿A que me compararé?
…Tal vez al pequeño polluelo del águila,
Dando sus primeros pasos, con fallas
pero aprendiendo más y más de su madre,
la experta en los aires.

X
Dices que soy anticuada
Porque no actúo como tú.

Dices que todo lo pienso
Pero si no lo hiciera,
¿Qué sería entonces?

¿Sabes?
Dices, dices, tanto dices
Pero tus palabras son en vano…
A Dios busco agradar.